La gran mayoría de los golfistas de ahora, salvo profesionales, nunca han tenido el privilegio de disponer de un caddie en una vuelta de golf.

La figura del caddie en los clubes de golf, está desapareciendo. Es una figura en peligro de extinción. Caddies como Seve, Cañizares, Piñeiro, Rivero, Garrido, entre otros…que hizo únicos hasta convertirse en grandes maestros. Muchos de ellos empezaron de forma fortuita, buscando una remuneración a su trabajo en época de mayor necesidad, pero terminando dominando el juego hasta convertirse en grandísimos jugadores.

Pero un caddie es algo más que la persona que lleva los palos. En el golf de alto rendimiento, un buen caddie marca la diferencia. Es el decimoquinto palo de la bolsa. Tiene a su vez la difícil tarea de ejercer de psicólogo y entrenador en el campo, en numerosas ocasiones, de paño de lágrimas o de "punching ball", en otras. 

El caddie se encarga de la bolsa de principio a fin del torneo, su labor es que la bolsa esté en perfecto estado; palos limpios, bolas, guantes y tees suficientes, ropa de agua, paraguas (en caso de lluvia), bebidas, barritas energéticas, fruta…todo lo necesario para que la vuelta se desarrolle con normalidad.

Y como si esto fuera poco, marcan la pelota en cada golpe del jugador, determinando el lugar preciso donde cae, de manera que casi nunca se pierde tiempo en buscarla, contribuyendo de esta manera a agilizar el tiempo de juego, evitando esperas y demoras que tanto perjudican a los jugadores y al ritmo general del campo. 

La bolsa de un profesional con todo su equipo puede llegar a pesar hasta 25 kilos, lo que hace que no todo el mundo esté preparado para acarrearla durante más de 5 horas al día. Por tanto, el caddie debe ser una persona preparada, tanto física como mentalmente.

Una vez en el campo su función principal será llegar con antelación a la bola y realizar las mediciones oportunas, con el fin de proporcionar toda la información necesaria en cada golpe.

Nos dirá los metros hasta la entrada de green, posición de la bandera, situación de los obstáculos y demás peligros, dirección y fuerza del viento, altitud, etc.

En definitiva, todos los datos necesarios para la correcta elección del palo y del golpe por parte del jugador.

“Los birdies los hace el jugador y los bogeys los hace el caddie”