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Jugar al golf con viento; más complicado, pero más retador

Excepto en los deportes de vela en los que es necesario la existencia de viento fuerte, para el resto de actividades al aire libre, un viento fuerte es mal amigo y jugar al golf con viento lo hace aún más complicado, obligándonos a usar más la imaginación y pensar cada golpe con mucha más calma. Si jugamos al golf un día de viento fuerte, hay que asumir que estamos obligados a entendernos con él y evitar hacer golpes demasiado arriesgados.

Excepto en los deportes de vela en los que es necesario la existencia de viento fuerte, para el resto de actividades al aire libre, un viento fuerte es mal amigo y jugar al golf con viento lo hace aún más complicado, obligándonos a usar más la imaginación y pensar cada golpe con mucha más calma.

Si jugamos al golf un día de viento fuerte, hay que asumir que estamos obligados a entendernos con él y evitar hacer golpes demasiado arriesgados.

Resulta obvio, pero hay que tener siempre muy claro hacia dónde sopla el viento y no tener prisa por golpear. Va a ser un día más largo y la forma física del golfista va a ser mucho más relevante en el juego en comparación con un día sin viento.

Como norma general hay que colocar los pies más separados de lo habitual para tener un mejor equilibrio, realizar un swing suave y fluido (generará un golpe mejor y más compacto en el que el viento tendrá menor acción).

Al jugar con viento a favor, las bolas de golf suelen estar más tiempo en el aire, lo que hace que se obtenga más distancia que a priori suena bien. Es recomendable darle más fuerte, sí más fuerte. El motivo es que al hacerlo motivamos que la bola tome más altura y más backspin.

Una vez listos para un approach, se debe usar un palo menos del que escogeríamos si no se tuviera viento a favor, pues así la bola saldrá más elevada y frenará más rápido en el green.

Para jugar con viento en contra lo más acertado es jugar manteniendo la bola lo más cerca del suelo posible, para ello se debe jugar colocando la bola hacia el zapato derecho pensando que palo se utilizaría un día sin viento en contra y sumándole uno más para elegir el palo adecuado. Es aconsejable jugar bajando un poco el hombro izquierdo y subiendo el derecho para golpear, así como con el peso más cargado en la pierna izquierda, para hacer un finish no muy alto.

Jugar con el viento cruzado es el peor escenario de los tres, para los que tienen hándicap alto, dado que, si sufrimos problemas de slice o hook, van a multiplicarse. Por ello lo más inteligente es apuntar en base a la tendencia del viento y a su fuerza.

Por el contrario, para jugadores con hándicap bajo, la existencia de viento cruzado no debería de suponer un grave problema (pero sí una dificultad añadida) pues su golpeo es consistente lo que hace que la repercusión del viento cruzado sea menor respecto a un jugador de hándicap alto e incluso medio.

Si el viento es de izquierda a derecha se ha de golpear con el peso más cargado en los talones y cuando el viento cruzado sea de derecha a izquierda has de cargarlo hacia la punta del pie. Al hacer un approach, hay que observar la posición de la bandera y puestos a fallar… hacerlo hacia el lado opuesto hacia donde sopla el viento.

Aunque jugar al golf con viento es más complicado, nos obligará a usar más la imaginación y pensar cada golpe con mucha más calma.

 

 

 

 

 

 

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