Gonzalo Fernández Castaño ha dado un gran paso esta semana en el Open de Irlanda en el intento de zanjar cuanto antes su primer objetivo, que es el de mantener la tarjeta del circuito europeo para 2020.

Una excelente vuelta final de 64 golpes en el Lahinch Golf Club irlandés le permitía ganar más de veinte puestos en la tabla para acabar 19º y, sobre todo, para sumar más de ochenta puntos en la Race to Dubai, ya que los torneos de las Rolex Series reparten dividendos muy suculentos.

El madrileño aún no ha alcanzado el puesto 110º de la Race, posición que marca la línea de ese primer objetivo, pero se ha acercado mucho (ya es 118º). Ahora mismo, suma en este ranking casi 244 puntos y hay que apuntar que, según una estimación aproximada pero realista, será necesario llegar a los 400 puntos a final de temporada para mantener los derechos de juego en el circuito europeo.

Si se tiene en cuenta que Fernández Castaño juega la semana que viene otro torneo de las Rolex Series en Escocia, la consulta de la tabla de puntuación señala que podría valerle en torno a un décimo puesto en solitario en el Open de Escocia para tener prácticamente atado este primer reto.

De todos modos, más allá de números y cálculos, puesto que al fin y al cabo todavía queda mucha temporada por delante, lo más importante para el jugador es la confianza que ha ganado en Irlanda y la positiva evolución de su juego.

“Estoy contento por el empujón de puntos que he dado, pero sobre todo por la moral que voy a coger después de lo mal que lo pasé en el campo las dos últimas semanas, en el BMW de Alemania y en Valderrama. La verdad es que la última ronda en Irlanda ha sido un recital con los hierros y con el putter. También estoy orgulloso de cómo he reaccionado después de hacer un doble bogey muy tonto en esta última ronda en el hoyo 10: me propuse acabar por debajo del par esos nueve hoyos últimos y lo conseguí haciendo tres birdies”.