Tramposos hay en todos los deportes, pero en golf, dados los valores que fomenta, es sangrante hacer trampas. Cuidado, pones a los dioses en tu contra.

Los que hacen trampas en el golf, también las hacen en la vida. Es como hacer trampas en el solitario, igual. No hay peor cosa que engañarse a uno mismo. Es muy triste hacer trampas y creer que estás jugando al golf. Si haces trampas, estás jugando a otra cosa.

La filosofía del golf es el juego contra uno mismo y en superar al campo (y a la naturaleza representada en él con un total respeto), por lo que al final las trampas siempre son un auto-engaño.

Las trampas más comunes en golf:

Mejorarse el lie

Jugar la bola como reposa (play it as it lies) es una de las máximas del golf, pero muchos jugadores se empeñan en mejorar su lie con pequeños golpecitos con el palo, el pie o hasta la mano.

Las 2 bolas

Cuando un golpe sale desviado hacia los arbustos o el bosque, el jugador se aleja y cuando nadie mira, deja caer la segunda bola.

Hay jugadores que han perfeccionado el método cortando el bolsillo de su pantalón. Así la bola resbala por su pernera y no se nota la trampa.

Cuando un jugador tiene dificultades para identificar su bola, “esté donde esté del recorrido” tiene el derecho de levantarla y comprobar si realmente es su bola. Por muy hundida que esté en el rough, bunker o dentro de una planta, casi siempre puedes ver algo que te indica que es la tuya.

Apuntarse menos golpes

Esta argucia es clásica. Hay muchas variantes desde el que miente descaradamente sobre sus golpes, hasta el que borra con una goma las anotaciones de la tarjeta.

Otra trampa tradicional es un pequeño empujón a nuestra bola con el pie si donde cae dificulta golpearla.

Aunque menos usado, también existe el caso de quien infla sus tarjetas o bien no reporta sus mejores rondas. Esto con el propósito de aparecer con un hándicap peor del que realmente tiene.

En el green, se marca colocando una moneda detrás de la bola, la levantas la limpias y la vuelves a colocar en el mismo sitio.

Muchos marcan la bola por delante y luego colocan la bola delante de la marca o golpean la bola con la moneda para que avance un poco, infringiendo el reglamento en el green.

Este es el truco más antiguo y por ende más extendido. Acabas el hoyo, le preguntas al jugador que cuantas ha hecho y te responde que bogey, pero tienes serias sospechas que lo haya conseguido.

Somos humanos y como tales nos equivocamos. Estos hechos en sí no van contra el reglamento, lo que los convierte en una trampa es no reconocerlo.

Cuando caces a uno, se inmisericorde. No se merece menos y sobretodo te puedes convertir en su cómplice.