Ha sido un año para todos muy complicado, por no utilizar otra palabra más expresiva, así que no me voy a poner especialmente dramático al hablar de mí. Pero sí, la pandemia ha sido un buen rejón. A estas alturas de la vida y de mi carrera, perder un año completo, precisamente cuando trataba de recuperar la tarjeta, no es lo más agradable. Un año casi en blanco teniendo en cuenta lo que me queda de carrera no es algo que le guste a nadie.

Dicho esto, la verdad es que me ha sorprendido gratamente la labor del European Tour, los torneos que ha sacado adelante y lo bien que ha funcionado la burbuja. Ya sabéis que no me duelen prendas en criticar al circuito cuando toca, pero esta vez lo ha hecho muy bien. Pensé que iba a ser una temporada completa en blanco y, sin embargo, haber podido jugar trece torneos lo considero un bonus. Es cierto que han sido eventos pequeños en cuanto a la bolsa de premios, pero ha estado muy bien para mantenernos competitivos y encima ganar algo de dinero. Así que por ahí, fenomenal.

Desde mi punto de vista el año es negativo porque no he podido recuperar la tarjeta. Sabía que lo tenía difícil porque prácticamente sólo me valía ganar un torneo, pero la verdad es que ni me he acercado a las puertas de lograr una victoria. Por ahí, mal. Es cierto que he jugado mejor que en 2019, más regular, pero ni mucho menos he estado al nivel que creo que puedo estar. Los cambios que hice al principio de año con Claude Harmon me han ayudado, pero no he acabado bien el año. He terminado con un swing que sirve para mantenerme más o menos, pero no para estar arriba. Quizá el problema ha estado en exagerar lo que él me pedía, puede ser, pero he tenido muchos problemas con las maderas y los hierros largos. Del hierro 7 hacia abajo sí ha funcionado muy bien, especialmente el juego corto y el putt, con altibajos. Se podría resumir en que no he tenido todas las armas bien pulidas para competir.

Lo mejor de 2020 ha sido, sin duda, volver a España y estar de nuevo cerca de José Carlos Gutiérrez, mi entrenador. Vino a verme al Campeonato de Madrid de profesionales y en un día dio con la tecla de lo que estaba pasando. Me vio competir, que es donde realmente se sacan buenas conclusiones y se ven los errores, y lo enderezamos en un día en el campo de prácticas. El segundo día del Campeonato de Madrid jugué mucho mejor. La noticia más positiva del año es precisamente lo que encontré esa semana con José Carlos, ya que es la base sobre la que vamos a trabajar para 2021.

La victoria en el Campeonato de Madrid me ha hecho mucha ilusión y, sin duda, supone un empujón moral importante. No diría que es un antes y un después ni un punto de inflexión, pero siempre es divertido y agradable ganar, lo mismo da que sea un campeonato de club, una partida con amigos o un torneo importante, los nervios de estar para llevarte el trofeo, esa adrenalina, siempre es la misma, y a mí me gusta mucho sentirla. Es una manera estupenda de acabar el año en positivo y anima a seguir trabajando.

En cuanto al próximo año, el calendario va a estar difícil. Lamentablemente va a ser como este año o incluso peor, ya que sigo en la categoría 18, pero se me han colocado por delante entre 10 y 15 jugadores que me van a hacer más difícil entrar en los torneos. Está claro que voy a jugar muy poco en el European Tour. Por ejemplo, estoy seguro de que en Omán y Qatar no entró y es muy probable que mis primeros torneos sean los dos de Canarias. Tendría la opción de jugar muy fuerte los pocos torneos que tenga del European Tour y tratar de hacer un pelotazo, cosa que es muy difícil, ya que al no competir demasiado, falta ritmo. También me lo podría jugar todo a la Escuela a final de año, pero eso no me convence en absoluto. Así las cosas, el plan más probable es la opción del Challenge. Voy a jugar el Challenge y a tratar de sacar una de las 20 tarjetas del European Tour que se entregan el próximo año. Es lo que hay y toca remangarse. No me veo jugando tres años seguidos el Challenge, pero por lo menos en 2021 lo quiero intentar. Voy a jugar en Sudáfrica los dos torneos de febrero y a partir de ahí iremos viendo. Competiré lo que pueda en el European Tour, en aquellos torneos que pueda entrar como antiguo campeón o en España, pero teniendo claro que si voy bien en el Challenge va a ser mi primera opción.