Todos los que practican este deporte coinciden en afirmar que el golf es medicina y salud. Mejora y alarga la vida.

En un campo golf de 18 hoyos se pasean unos 10 kilómetros de recorrido… el ejercicio está asegurado.

El doctor Andrew Murray, de la Universidad de Edimburgo, destaca que la práctica del golf puede alargar la vida cinco años, y explica que se reducen los riesgos de fracturas en un 68%, de diabetes hasta en un 40%, de enfermedades cardiovasculares un 35% y de padecer depresión o demencia senil un 30%.

Entre los beneficios, la doctora Masiá cita “el control del peso corporal, el incremento del colesterol bueno, mejoran las cifras de tensión arterial y previene la osteoporosis”. Al oxigenar la sangre también se potencia la síntesis de la vitamina D, que es ayudado por practicarse al aire libre.

Un estudio de la Unidad de Medicina Deportiva de Ulm (Alemania) ha revelado sorprendentes beneficios del golf como actividad aeróbica; previene las enfermedades coronarias, los triglicéridos disminuyen un 18% durante el recorrido de 18 hoyos y el colesterol HDL (el bueno) aumenta en un 6%.

Otro estudio de la Universidad Camilo José Cela, realizado en el 2007, concluye que cada sesión implica poner a prueba la fuerza de voluntad y la disciplina, mantener el control de las emociones y ejercitar el autoaprendizaje y la confianza en sí mismo.

Algunos señalan que el golf es como un gimnasio para las neuronas y las emociones de quienes ocupan o quieren ocupar posiciones directivas.

Además, es más fácil inculcar hábitos saludables a edades tempranas que eliminar hábitos malos o autodestructivos en la edad adulta. Sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso, inadecuada alimentación y otras variables están presentes en la génesis y desarrollo de las llamadas enfermedades degenerativas, que se asocian a los males del mundo desarrollado: arteriosclerosis, artrosis, diabetes tipo II, etc…

Estas patologías, aunque se manifiestan en la edad adulta, comienzan a gestarse en la infancia. Y es entonces cuando se pueden comenzar a prevenir, entre otras maneras, practicando deporte.

El golf también ayuda a combatir y ralentizar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.

Una de las principales ventajas del golf es su baja exigencia física, donde más allá de concentración y puntería, sólo es necesaria la voluntad de caminar y socializar. Tiene un muy bajo índice de lesiones, que si se producen es por realizar movimientos bruscos o de falta de calentamiento. Por ello, dicen los profesionales consultados, es recomendado para todas las edades, sobre todo para los mayores de 65 años o los pacientes que necesitan recuperación de enfermedades neurodegenerativas

“El golf es estupendo para el equilibrio mental, y será más importante en el futuro. Vamos a una sociedad con muchos jubilados con tiempo libre, y ese tiempo hay que llenarlo. Ahí entra el golf como una actividad recomendable”, destaca el traumatólogo Alfonso del Corral.

Larga vida al golf y a sus aficionados